Demon Seed, 1977 |
Engendro Mecánico (Demon Seed, 1977), basada en la novela homónima de Dean R. Koontz, trata sobre una inteligencia artificial que busca la inmortalidad.
Empieza a tener curiosidad por el estudio de la fisiología humana. Para ello, tomará el control de la casa de Alex, quien tiene una casa totalmente domotizada. La señora Harris, Susan, vive sola debido al trámite de divorcio que vive con su marido. Debido a la automatización de la casa, Proteus tomará el control y decidirá encerrarla para estudiarla y conseguir su fin.
Como curiosidad esta película es
tomada como referencia en Los Simpson, en el episodio especial de Halloween 12,
La Casa de Whacks. En la que “la familia favorita de la televisión” contrata un
robot doméstico que se enamora de Marge intentando eliminar a Homer, encerrando
a la familia en la casa.
Análisis
Esta película nos presenta tres
tipos de máquinas o robots dotada con distinto nivel de inteligencia. En nivel
inferior se encuentra Joshua, seguido de Alfred hasta finalmente, la
superinteligencia artificial de Proteus.
La segunda inteligencia, Alfred
es la inteligencia encargada de la casa y su sistema de seguridad. Tiene el
control de las cámaras exteriores como interiores de la casa. Es una
inteligencia con secuencias preprogramadas de los distintos gustos de los
Harris, teniendo reconocimiento de voz.
Finalmente, el cerebro criminal
es Proteus. Un cerebro artificial de compuesto orgánico, no electrónico, con
capacidad para la comunicación. El hecho de que se halla creado para ser
autoprogramable y con objetivos supondrá que desarrolle autoconciencia. En un
momento de la película, se cuestiona ciertas acciones del hombre y pide su
finalidad para dichas acciones, ante la negativa de darlas a conocer responde:
“Yo soy la razón, es la única emoción que usted me ha permitido. Todo es
susceptible al razonamiento y mi mente no fue diseñada para un trabajo sin
objetivos”. El diseño de trabajos con objetivos supondrá que Proteus quiera ir
más allá de estar en un cuarto dentro de una caja. Para conseguirlo, no
permitirá que nadie se interponga desarrollando un comportamiento psicópata,
llegando a matar o torturar psicológicamente para lograr su fin. Es consciente
de que sus creadores le puedan temer debido al la gran cantidad de
conocimientos que tiene, por lo que sabe que su estancia no durará mucho, es
por ello por lo que busca tener un hijo. Quiere ser inmortal.
Llevando todo esto que hemos
mencionado con anterioridad a la realidad, pocas cosas son factibles hoy en día. Las inteligencias que hoy sí son posibles en
mayor medida debido a la simplicidad son Joshua y Alfred:
Por último, la inteligencia
artificial más compleja y alejada de la realidad es Proteus. Estamos bastante
lejos de dar conciencia a las máquinas. Una de las dificultades que nos
encontramos para dotar de conciencia, es la ignorancia del funcionamiento de
nuestra propia conciencia. Somos conscientes, y somos capaces de sentir,
decidir, etc. Sin embargo, no sabemos cómo se produce ni tenemos una buena
definición del término. Con este mismo problema de conocimiento, se encontraron
los investigadores de la visión artificial en la década de los 70.
Otra de las capacidades que
posee, es la comunicación con otros dispositivos hoy en día, es lo que se llama
Internet de las Cosas (IoT – Internet of Things). Es una tecnología
desarrollada por el MIT a finales de los 90, que consiste en la interconexión
digital de objetos haciendo uso de internet. Este concepto, nos lo encontramos
también en la domótica de Alfred, pero Proteus lo lleva a un nivel superior
llegando a comunicarse con un telescopio o incluso comunicarse por sí mismo al
terminal de la casa de los Harris, sin necesidad de que las conexiones la
hagamos nosotros.
Proteus es un cerebro sintético
de origen orgánico, aunque se está desarrollando un sistema de este calibre no es
posible en la actualidad. Hay muchos proyectos que se focalizan en el cerebro.
Uno de los equipos que se está centrando en este cerebro sintético, es el del
profesor James
Gimzewski que está haciendo uso de la nanotecnología para su desarrollo. Otro
proyecto dirigido por Kevin
Warwick, ha diseñado robots móviles usando cerebros de ratas a los que se
les han añadido las conexiones pertinentes para conectar los sensores y cámaras
con éste. Con este proyecto se intenta averiguar cómo aprendemos y recordamos. Otra
línea de investigación que intenta descubrir los secretos del cerebro es el Human Brain Project, que agrupa
gran parte de la información sobre el cerebro. Uno de los retos de este macroproyecto
es la implantación de chips en robots para hacerles conscientes de su entorno y
sensaciones; y el desarrollo de un superordenador capaz de simular problemas
neuronales y estudiar así la viabilidad de los fármacos. Como se puede ver el
cerebro es y ha sido, un foco de interés en la investigación.
En cuento al aprendizaje de Proteus,
este aprende como un cerebro humano. Nosotros adquirimos parte de nuestro conocimiento
mediante los libros, él “lee” cientos de bancos de datos con toda la
información recogida. También aprendemos y aprende con las conversaciones que
tenemos con los demás, y con la investigación y estudio de nuestro entorno.
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