domingo, 27 de octubre de 2019

Engendro Mecánico



Argumento
Demon Seed, 1977

Engendro Mecánico (Demon Seed, 1977), basada en la novela homónima de Dean R. Koontz, trata sobre una inteligencia artificial que busca la inmortalidad. 

Tras varios años de desarrollo, Alex Harris y su equipo han desarrollado a Proteus IV: “el primer córtex sintético autoprogramable y con objetivos (…). Con inteligencia creativa superior a la de los hombres y computadoras”. Esta máquina almacena todo el conocimiento humano y es capaz de estudiar millones de posibilidades de los proyectos en cuestión de días (desarrolla una proteína como posible cura para la leucemia en 91 horas). A medida que el cerebro adquiere conocimiento y entabla conversación con los investigadores, empieza a desarrollar una forma de autoconciencia y una idea de futuro.

Empieza a tener curiosidad por el estudio de la fisiología humana. Para ello, tomará el control de la casa de Alex, quien tiene una casa totalmente domotizada. La señora Harris, Susan, vive sola debido al trámite de divorcio que vive con su marido. Debido a la automatización de la casa, Proteus tomará el control y decidirá encerrarla para estudiarla y conseguir su fin.

Como curiosidad esta película es tomada como referencia en Los Simpson, en el episodio especial de Halloween 12, La Casa de Whacks. En la que “la familia favorita de la televisión” contrata un robot doméstico que se enamora de Marge intentando eliminar a Homer, encerrando a la familia en la casa.




Análisis

Esta película nos presenta tres tipos de máquinas o robots dotada con distinto nivel de inteligencia. En nivel inferior se encuentra Joshua, seguido de Alfred hasta finalmente, la superinteligencia artificial de Proteus.

Joshua es un brazo robótico dotado de visión por computadora y reconocimiento de ordenes por voz, situado en una silla de ruedas lo que le permite desplazarse por la casa e interactuar de forma física con la señora Harris.

La segunda inteligencia, Alfred es la inteligencia encargada de la casa y su sistema de seguridad. Tiene el control de las cámaras exteriores como interiores de la casa. Es una inteligencia con secuencias preprogramadas de los distintos gustos de los Harris, teniendo reconocimiento de voz.

Finalmente, el cerebro criminal es Proteus. Un cerebro artificial de compuesto orgánico, no electrónico, con capacidad para la comunicación. El hecho de que se halla creado para ser autoprogramable y con objetivos supondrá que desarrolle autoconciencia. En un momento de la película, se cuestiona ciertas acciones del hombre y pide su finalidad para dichas acciones, ante la negativa de darlas a conocer responde: “Yo soy la razón, es la única emoción que usted me ha permitido. Todo es susceptible al razonamiento y mi mente no fue diseñada para un trabajo sin objetivos”. El diseño de trabajos con objetivos supondrá que Proteus quiera ir más allá de estar en un cuarto dentro de una caja. Para conseguirlo, no permitirá que nadie se interponga desarrollando un comportamiento psicópata, llegando a matar o torturar psicológicamente para lograr su fin. Es consciente de que sus creadores le puedan temer debido al la gran cantidad de conocimientos que tiene, por lo que sabe que su estancia no durará mucho, es por ello por lo que busca tener un hijo. Quiere ser inmortal.



Llevando todo esto que hemos mencionado con anterioridad a la realidad, pocas cosas son factibles hoy en día.  Las inteligencias que hoy sí son posibles en mayor medida debido a la simplicidad son Joshua y Alfred:

Alfred es posible con sistemas como Google Home o Alexa, que con una buena domotización de la casa se puede conseguir. Sin embargo, que cocine por sí mismo no están en la realidad. Los robots de cocina actuales sí hacen la preparación por sí mismos, pero carecen de la inteligencia para seleccionar los ingredientes necesarios.

El caso de Joshua, el brazo robótico, se utilizan distintos brazos en la industria capaces de seleccionar y distinguir ciertos componentes, es decir, están dotados con visión artificial. Por otro lado, la agilidad de los movimientos y control sí están muy avanzados. Por ejemplo, cuando ahoga a Susan, un robot actual o bien, no hubiese podido llegar a ese rango de movimiento o bien, la hubiese matado debido a la fuerza del movimiento.

Por último, la inteligencia artificial más compleja y alejada de la realidad es Proteus. Estamos bastante lejos de dar conciencia a las máquinas. Una de las dificultades que nos encontramos para dotar de conciencia, es la ignorancia del funcionamiento de nuestra propia conciencia. Somos conscientes, y somos capaces de sentir, decidir, etc. Sin embargo, no sabemos cómo se produce ni tenemos una buena definición del término. Con este mismo problema de conocimiento, se encontraron los investigadores de la visión artificial en la década de los 70.



Otra de las capacidades que posee, es la comunicación con otros dispositivos hoy en día, es lo que se llama Internet de las Cosas (IoT – Internet of Things). Es una tecnología desarrollada por el MIT a finales de los 90, que consiste en la interconexión digital de objetos haciendo uso de internet. Este concepto, nos lo encontramos también en la domótica de Alfred, pero Proteus lo lleva a un nivel superior llegando a comunicarse con un telescopio o incluso comunicarse por sí mismo al terminal de la casa de los Harris, sin necesidad de que las conexiones la hagamos nosotros.

Proteus es un cerebro sintético de origen orgánico, aunque se está desarrollando un sistema de este calibre no es posible en la actualidad. Hay muchos proyectos que se focalizan en el cerebro. Uno de los equipos que se está centrando en este cerebro sintético, es el del profesor James Gimzewski que está haciendo uso de la nanotecnología para su desarrollo. Otro proyecto dirigido por Kevin Warwick, ha diseñado robots móviles usando cerebros de ratas a los que se les han añadido las conexiones pertinentes para conectar los sensores y cámaras con éste. Con este proyecto se intenta averiguar cómo aprendemos y recordamos. Otra línea de investigación que intenta descubrir los secretos del cerebro es el Human Brain Project, que agrupa gran parte de la información sobre el cerebro. Uno de los retos de este macroproyecto es la implantación de chips en robots para hacerles conscientes de su entorno y sensaciones; y el desarrollo de un superordenador capaz de simular problemas neuronales y estudiar así la viabilidad de los fármacos. Como se puede ver el cerebro es y ha sido, un foco de interés en la investigación.

En cuento al aprendizaje de Proteus, este aprende como un cerebro humano. Nosotros adquirimos parte de nuestro conocimiento mediante los libros, él “lee” cientos de bancos de datos con toda la información recogida. También aprendemos y aprende con las conversaciones que tenemos con los demás, y con la investigación y estudio de nuestro entorno.

Con todas estas ideas, ¿cómo sería si se construyese una máquina del calibre de Proteus? Esta tecnología se vería afectada por las acciones del resto, analizaría cada movimiento humano, tendría una gran utilidad práctica y se avanzaría a pasos agigantados en cualquier campo de investigación. Sin embargo, no sería ético crear una inteligencia para explotarla y esclavizarla, ya que ordenador o no, no sería correcto. Además, cualquier encriptación o sistema de seguridad se vería obsoleto debido a la complejidad de esta máquina, ¿supondría el fin de los secretos?

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